5 comentarios en «Restaurantes en Villavicencio | Restaurante Frutos Del Mar | TuTierra.net»
Busqué un buen lugar para probar un legítimo amarillo a la monseñor y salí realmente decepcionada. Para cobrar 50.000 pesos por este plato, se pasaron de tacaños con los camarones y eso que son restaurante de mar, pues solo uno o dos tristes camarones le agregaron y sí ese palmito que no aporta nada al plato. Lógicamente imposible la experiencia de contrastar el sabor del camarón con el champiñón porque solo trae champiñones y la cereza que le faltaba al pastel fue encontrar dos tipos de pescados diferentes cuando en la carta decía y se supone que solo sirven «bagre amarillo». No sé si piensan que la gente es caída del zarzo y no pueden diferenciar un amarillo de un filete seco e insípido de quién sabe qué pescado con que lo ligan. Encima de que cobran un precio exorbitante, son deshonestos y timan a la gente. He probado un mejor amarillo a la monseñor en un restaurante criollo. Muy decepcionada.
La comida estuvo muy rica. Pedimos Mojarra frita, Tilapia apanada y Amarillo a la monseñor. El precio Vs la calidad perfecto. Solo faltó una salsa blanca como una tártara para el pescado apanado y actualizar el precio del Monseñor. Volveremos!!!
Personalmente creo que es de esos pocos lugares con las 3 B.
Yo específicamente no soy alguien que disfrute la comida de mar, así que agradezco que haya así sea una alternativa para los que no comemos pescado ni sus variantes.
Pero ya hablando de la fortaleza del restaurante, todos los platos que pedimos tenían un precio aceptable, una porción bastante generosa (en especial la parrillada de mariscos y el tostón) y un muy buen sabor. No son tacaños con los mariscos y las salsas son única y deliciosas.
También creo que vale mucho destacar la atención, todo el personal es muy amable y profesionales. Se nota que están bien entrenados con la atención al cliente y da gusto escucharlos hablar.
Creo que no hay muchos parqueaderos, así que no me imagino como es el tema en un día donde esté full el restaurante, pero si tienen a alguien para ayudar a buscar el espacio, acomodar el carro y vigilarlo.
Recomendado así sea de casual o para eventos especiales. Note que para las mesas con reservas ponen manteles especiales y acomodan acorde a la ocasión.
Si son amantes de la comida de mar, creo que deben darle una oportunidad.
Busqué un buen lugar para probar un legítimo amarillo a la monseñor y salí realmente decepcionada. Para cobrar 50.000 pesos por este plato, se pasaron de tacaños con los camarones y eso que son restaurante de mar, pues solo uno o dos tristes camarones le agregaron y sí ese palmito que no aporta nada al plato. Lógicamente imposible la experiencia de contrastar el sabor del camarón con el champiñón porque solo trae champiñones y la cereza que le faltaba al pastel fue encontrar dos tipos de pescados diferentes cuando en la carta decía y se supone que solo sirven «bagre amarillo». No sé si piensan que la gente es caída del zarzo y no pueden diferenciar un amarillo de un filete seco e insípido de quién sabe qué pescado con que lo ligan. Encima de que cobran un precio exorbitante, son deshonestos y timan a la gente. He probado un mejor amarillo a la monseñor en un restaurante criollo. Muy decepcionada.
La comida estuvo muy rica. Pedimos Mojarra frita, Tilapia apanada y Amarillo a la monseñor. El precio Vs la calidad perfecto. Solo faltó una salsa blanca como una tártara para el pescado apanado y actualizar el precio del Monseñor. Volveremos!!!
Personalmente creo que es de esos pocos lugares con las 3 B.
Yo específicamente no soy alguien que disfrute la comida de mar, así que agradezco que haya así sea una alternativa para los que no comemos pescado ni sus variantes.
Pero ya hablando de la fortaleza del restaurante, todos los platos que pedimos tenían un precio aceptable, una porción bastante generosa (en especial la parrillada de mariscos y el tostón) y un muy buen sabor. No son tacaños con los mariscos y las salsas son única y deliciosas.
También creo que vale mucho destacar la atención, todo el personal es muy amable y profesionales. Se nota que están bien entrenados con la atención al cliente y da gusto escucharlos hablar.
Creo que no hay muchos parqueaderos, así que no me imagino como es el tema en un día donde esté full el restaurante, pero si tienen a alguien para ayudar a buscar el espacio, acomodar el carro y vigilarlo.
Recomendado así sea de casual o para eventos especiales. Note que para las mesas con reservas ponen manteles especiales y acomodan acorde a la ocasión.
Si son amantes de la comida de mar, creo que deben darle una oportunidad.
Excelente lugar para estar en familia y disfrutar de las delicias del mar, te sientes en casa.
Un restaurante que es capaz de talar hasta la raíz un árbol histórico y emblemático de la ciudad. No es un buen lugar donde comer