5 comentarios en «Restaurantes en Bogotá | Piazza by Storia D’Amore Calle 93 Bogotá | TuTierra.net»
La comida y el servicio estuvieron excelente. Lo único malo fue la ubicación de la mesa. La mesa estaba ubicada en un pasillo bastante apartado de la bonita decoración del restaurante, casi metida en la cocina. Gran parte del atractivo de un restaurante es su ambiente y ese pasillo donde estaba ubicadas varias mesas, lo último que tenía era ambiente
Me encantó la experiencia en este lugar, el ambiente super bien, aunque no hayas hecho reserva como quiera te encuentran un asiento. Pedí la pasta dentro de la rueda de queso parmesano y es todo un espectáculo (le agregué lomo de res y bacon). El tamaño de los vasos al pedir algo de tomar (jugos o alcohol ) son algo pequeños.
Muy buena experiencia. El lugar es muy acogedor, la atención es muy buena, el sabor de los alimentos es exquisito, una variedad de vinos (tintos, blancos, espumosos), también se pueden encontrar cocteles, cervezas y postres, los precios son adecuados de acuerdo al sitio, atención y calidad, habiendo para diferentes gustos y capacidades. En frente hay un parqueadero público, por lo que se puede ir en carro o moto si no se va a consumir licor.
No es para nada un mal lugar, pero volví después de casi 6 meses y la atención y el sabor de la comida no fueron lo mismo.
El punto bajo, el carpaccio de salmón, podría apostar a que era salmón congelado, estaba maltratado y el sabor no era fresco, las alcaparras no tenían sabor y el limón no le aporta frescura pues estaba un poco amargo.
El lomo trufado estaba en un buen término pero el sabor a trufa escasea, sumado a un exceso de crema en la salsa, hace que el plato sea más un lomo a la pimienta que con trufas; la pasta acompañante muy buena, generosa en el queso y suficiente para el plato.
La pasta di mare buena, no espectacular, pero buena, le caería bien la opción de ponerle picante, pepperoncino por ejemplo.
La atención, deficiente, demoras en los platos, tocaba rogar por el servicio, tal vez había poco personal, pues no pareciera ser falta de iniciativa.
Con mi esposa hemos venido varias veces y normalmente salíamos muy a gusto, hoy por primera vez, fue decepcionante.
Tienen un excelente servicio, desde las personas que te reciben en la entrada hasta los meseros son excelentes. La comida es deliciosa y es de una proporción generosa. Como entrada probamos la pizza artesanal de Salsiccia e Tartufo y estaba increíble, el sabor de la salsiccia siciliana es muy explosivo. Como plato fuerte probamos Carbonara Tradizionale Romana y estaba estupenda, el guanciale delicioso y venía bastante; probamos también el Panini de Milanesa de Pollo y nos sorprendio gratamente ya que es bastante grande, y las papas con alioli son un must. Los postres son bastante grandes y deliciosos.
La comida y el servicio estuvieron excelente. Lo único malo fue la ubicación de la mesa. La mesa estaba ubicada en un pasillo bastante apartado de la bonita decoración del restaurante, casi metida en la cocina. Gran parte del atractivo de un restaurante es su ambiente y ese pasillo donde estaba ubicadas varias mesas, lo último que tenía era ambiente
Me encantó la experiencia en este lugar, el ambiente super bien, aunque no hayas hecho reserva como quiera te encuentran un asiento. Pedí la pasta dentro de la rueda de queso parmesano y es todo un espectáculo (le agregué lomo de res y bacon). El tamaño de los vasos al pedir algo de tomar (jugos o alcohol ) son algo pequeños.
Muy buena experiencia. El lugar es muy acogedor, la atención es muy buena, el sabor de los alimentos es exquisito, una variedad de vinos (tintos, blancos, espumosos), también se pueden encontrar cocteles, cervezas y postres, los precios son adecuados de acuerdo al sitio, atención y calidad, habiendo para diferentes gustos y capacidades. En frente hay un parqueadero público, por lo que se puede ir en carro o moto si no se va a consumir licor.
Es un sitio por demás romántico.
No es para nada un mal lugar, pero volví después de casi 6 meses y la atención y el sabor de la comida no fueron lo mismo.
El punto bajo, el carpaccio de salmón, podría apostar a que era salmón congelado, estaba maltratado y el sabor no era fresco, las alcaparras no tenían sabor y el limón no le aporta frescura pues estaba un poco amargo.
El lomo trufado estaba en un buen término pero el sabor a trufa escasea, sumado a un exceso de crema en la salsa, hace que el plato sea más un lomo a la pimienta que con trufas; la pasta acompañante muy buena, generosa en el queso y suficiente para el plato.
La pasta di mare buena, no espectacular, pero buena, le caería bien la opción de ponerle picante, pepperoncino por ejemplo.
La atención, deficiente, demoras en los platos, tocaba rogar por el servicio, tal vez había poco personal, pues no pareciera ser falta de iniciativa.
Con mi esposa hemos venido varias veces y normalmente salíamos muy a gusto, hoy por primera vez, fue decepcionante.
Tienen un excelente servicio, desde las personas que te reciben en la entrada hasta los meseros son excelentes. La comida es deliciosa y es de una proporción generosa. Como entrada probamos la pizza artesanal de Salsiccia e Tartufo y estaba increíble, el sabor de la salsiccia siciliana es muy explosivo. Como plato fuerte probamos Carbonara Tradizionale Romana y estaba estupenda, el guanciale delicioso y venía bastante; probamos también el Panini de Milanesa de Pollo y nos sorprendio gratamente ya que es bastante grande, y las papas con alioli son un must. Los postres son bastante grandes y deliciosos.