5 comentarios en «Restaurantes en Bogotá | La Puerta Falsa | TuTierra.net»
La puerta falsa fue una expectativa falsa. Que lugar tan ruidoso para comer y no tiene un menú físico. El lugar es acogedor pero no contar con un menú físico y tener que saber que quiero pedir con un menú pegado en la pared donde tendría que atravesarme para mirarlo.
Creo que la persona que nos atendió me empujó (sin culpa) como 6 veces de lo pequeño que es el lugar.
A parte que en el segundo piso hay tanto ruido por los ventiladores de la cocina, no se puede casi ni hablar . La persona que nos atendió casi no se le escuchaba. Me dio risa cuando me dijo “ aquí no manejamos menú físico” deberían manejarlo. Es absurdo esto para mi.
Considero que para la historia que tiene este lugar . Debería está más lleno de fotos o cosas un poco más históricas dentro del establecimiento.
Este lugar es una sola experiencia. No volveré aquí .
No lo recomiendo. Aparte solo plástico . Lo que quiere decir que este lugar genera más d media tonelada de basura por mes.
Fui por la fama que tiene. No es para nada feo, pero esperaba mucho más sabor, especialmente en el chocolate que por más que no le echen leche, se nota que no usan un chocolate de calidad. El tamal estaba rico, no es el mejor del mundo pero se puede comer con ganas. Lástima que sea tan pequeño, la espera hace desesperar un poco…
Llegue a las 730am y no habían abierto. Estaban los empleados pero no la persona que debía abrir. A las 830am ingresamosny se llenó de inmediato. No deberían ofertar desayunos desde las 7am como horario de apertura. No obstante me quedé y me gustó el sitio y la comida. Es pequeño pero acogedor además tiene su historia. Le faltó un poco de sal y quesito a la changua pero el huevito en su punto y el chocolate delicioso; en general todo rico y tradicional. Me gustó y volveré. La atención es excelente por parte de todos en el lugar.
El lugar está sobrevalorado. Soy de Bogotá DC y vine a probar el ajiaco. Muy rico si. El precio es de $45.000 COP pero en zipaquira se pueden comer un ajiaco mil veces mejor. Ahora el lugar es muy pequeño. Hay que hacer fila para entrar y pues no es que sea lo más espectacular del mundo.
Ubclicado muy cerca de la Plaza de Bolivar, este lugar es una insignia de la gastronomia Bogotana por más de 80 años. Queda muy cerca del centro histórico y es facil de ver a lo lejos.
Tiene una amplia variedad de comidas y postres donde podés pasar por un ajiaco, seguido de tamales u otros productos de dulce. Suelo ir y lo recomiendo aunque se debe llevar un presupuesto de más de 100 mil si vas acompañado o con altas intenciones de probar de todo.
La puerta falsa fue una expectativa falsa. Que lugar tan ruidoso para comer y no tiene un menú físico. El lugar es acogedor pero no contar con un menú físico y tener que saber que quiero pedir con un menú pegado en la pared donde tendría que atravesarme para mirarlo.
Creo que la persona que nos atendió me empujó (sin culpa) como 6 veces de lo pequeño que es el lugar.
A parte que en el segundo piso hay tanto ruido por los ventiladores de la cocina, no se puede casi ni hablar . La persona que nos atendió casi no se le escuchaba. Me dio risa cuando me dijo “ aquí no manejamos menú físico” deberían manejarlo. Es absurdo esto para mi.
Considero que para la historia que tiene este lugar . Debería está más lleno de fotos o cosas un poco más históricas dentro del establecimiento.
Este lugar es una sola experiencia. No volveré aquí .
No lo recomiendo. Aparte solo plástico . Lo que quiere decir que este lugar genera más d media tonelada de basura por mes.
No son eco friendly desafortunadamente
Fui por la fama que tiene. No es para nada feo, pero esperaba mucho más sabor, especialmente en el chocolate que por más que no le echen leche, se nota que no usan un chocolate de calidad. El tamal estaba rico, no es el mejor del mundo pero se puede comer con ganas. Lástima que sea tan pequeño, la espera hace desesperar un poco…
Llegue a las 730am y no habían abierto. Estaban los empleados pero no la persona que debía abrir. A las 830am ingresamosny se llenó de inmediato. No deberían ofertar desayunos desde las 7am como horario de apertura. No obstante me quedé y me gustó el sitio y la comida. Es pequeño pero acogedor además tiene su historia. Le faltó un poco de sal y quesito a la changua pero el huevito en su punto y el chocolate delicioso; en general todo rico y tradicional. Me gustó y volveré. La atención es excelente por parte de todos en el lugar.
El lugar está sobrevalorado. Soy de Bogotá DC y vine a probar el ajiaco. Muy rico si. El precio es de $45.000 COP pero en zipaquira se pueden comer un ajiaco mil veces mejor. Ahora el lugar es muy pequeño. Hay que hacer fila para entrar y pues no es que sea lo más espectacular del mundo.
Ubclicado muy cerca de la Plaza de Bolivar, este lugar es una insignia de la gastronomia Bogotana por más de 80 años. Queda muy cerca del centro histórico y es facil de ver a lo lejos.
Tiene una amplia variedad de comidas y postres donde podés pasar por un ajiaco, seguido de tamales u otros productos de dulce. Suelo ir y lo recomiendo aunque se debe llevar un presupuesto de más de 100 mil si vas acompañado o con altas intenciones de probar de todo.